¿Y si usamos otra ruta?: experiencias de socios

Escrito por uno de nuestros socios de ESM

Desde que era pequeño mis viajes a la playa han sido pura monotonía. Sin parar desde Madrid. Mi padre era así.

Cuando me independicé, la costumbre hizo que los hábitos se afianzaran y la cosa no cambió mucho.

Coches por doquier, autovía interminable y siempre igual, llanuras de los campos de Castilla. Kilómetros de carretera que te hacía, de repente y tras tener una especie de distorsión espacio-temporal sin ir a la velocidad de la luz, darte cuenta de que estabas conduciendo y ponerte en alerta de nuevo.

Esto tenía que cambiar. Y vaya si cambió.

El coche eléctrico te hace ver los viajes con otra perspectiva, te hace pensar más en el cómo hacerlo que en el cuanto tiempo se tarda en hacerlo.

El coche eléctrico te hace valorar los viajes que forman parte de los días que vayas a estar en destino. Aunque no contemos con ello, el viaje vale y vale mucho.

Se me ocurrió continuar con la tradición y seguir yendo por el mismo camino que en la infancia. Obviamente no del tirón, aunque con mi Kia e-Niro si te lo planteas y tienes carga en destino te lo puedes llegar a hacer controlando las regeneraciones y los momentos en que puedas ir a vela. Lo tendré que probar alguna vez. O no.

Lo dicho, cogemos la A3 y sin soltarla hasta Valencia seguimos la tradición: atascos, monotonía de paisajes, más atascos. Paramos en el Área 175 referencia de la recarga NO TESLA.

Colas para cargar (será mala suerte, dirá alguno, pero las 2 veces que paré allí desde que tengo el coche (ida y vuelta) dos coches delante de mí). Forma parte, desgraciadamente y hasta que aumenten los PdR rápidos, deseando que sea con ESM, del mundo de la movilidad eléctrica, pero si se puede evitar se hace y no pasa nada tampoco.

Y se hizo. Fue el punto de inflexión. Hasta aquí la tradición, pensé.

Echando un vistazo a la App ABRP salió una alternativa que podría ser válida sin haberla usado nunca. Ir al Levante desviándome en Tarancón hacia Cuenca y seguidamente bajar a la playa.

Por qué no lo habré visto antes. Incluso sin eléctrico lo tendría que haber hecho. Podría parecer una locura pero en tiempo y en distancia es muy, pero que muy poco. En mi caso 3 kilómetros más y 15 minutos más. Tiempo que compensa con la bella y tranquila carretera CM-211 desde Cuenca hasta Minglanilla que vuelves a enlazar con la A3.

Parada técnica en Cuenca. No en la zona histórica si no en la zona nueva de Cuenca pero con muchos sitios para pasar el rato mientras que el coche recarga en el Iberdrola de la calle Reyes Católicos (parques, bares, …). Todo lo que se necesita para pasar el rato con los críos sin que gruñan mucho. Lo que viene siendo cualquier barrio de cualquier ciudad.

Cargador que según los responsables de la estación de servicio tiene poco uso, cada vez más pero nunca han visto colas para cargar. Efetivamente es así

El camino mucho más ameno sobre todo la segunda parte del viaje desde Cuenca. Disfrutas del paisaje entre montaña y pinares. Sin tráfico, subiendo y bajando algún puerto, en definitiva, conduciendo de verdad.

Por eso desde hace 2 años he cambiado el chip y hago este mismo recorrido alternativo cuando tengo que viajar por la zona.

Este es mi caso pero estoy convencido de que la red de carreteras de España da multitud de alternativas sin que por ello tengamos que pasar mucho tiempo o hacer muchos kilómetros de más que lo que se supone la opción más óptima.

Espero que esto valga como experiencia para ver que existen opciones, que no siempre son peores a lo que estamos acostumbrados a realizar desde siempre.

Dediquemos tiempo en planificar el camino a destino. Nos podemos llevar gratas sorpresas. Cambiaremos minutos perdidos por horas disfrutadas. Otra forma de viajar es posible.