Pero, ¿otro ZOE?
El tiempo pasa y las circunstancias cambian y en mi caso el aumento de miembros de la unidad familiar y una mayor necesidad de disponibilidad de un vehículo para viajes de media distancia obligaba a un replanteamiento pero que no olvidara la idea original de conducir un vehículo cero emisiones y compartido. La conclusión no podía ser muy distinta: el nuevo vehículo también sería un Renault ZOE pero mejorado, aprovechando las consecuencias de las flojas estadísticas de ventas durante el año 2020 por la pandemia de Covid-19, o sea, un Renault ZOE ZE50 con la opción de carga rápida en corriente continua.
Ahora y pasados 3 años, el viejo Renault Zoe ZE40 se disfruta a través de una cesión de uso total a la cooperativa y el nuevo Renault Zoe ZE50 tiene un uso principal familiar pero también cooperativo ocasional, un uso también familiar, con el matiz de que la familiaridad es de otro tipo, basada en la confianza entre personas, inspirada por un modelo de consumo sólido y con futuro. Y es que para lograr una movilidad sostenible y social aunque no haga falta ser cabeZOEta como en esta historia sí es necesario mantener una firme convicción y una constante dedicación al crecimiento del movimiento cooperativo en todas sus variantes: desde el despliegue de infraestructuras de recarga para vehículos basadas en energías renovables hasta la concienciación en el uso compartido de los mismos y la potenciación de la movilidad activa. Nos enfrentamos a problemas colectivos cuya solución, es natural, también tiene que ser colectiva. Aportemos lo que podamos en beneficio de tod@s.
Mauro, socio de ESM